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miércoles, 8 de febrero de 2012

Jane Eyre: parte II y final de la tertulia sobre esta obra

Maravillosa obra, la cual nos ha dejado (en su mayoría) un buen sabor de boca... bueno, en este caso al ser la lectura sería... "un buen placer visual"? o un "merecido orgasmo intelectual? (va para nuestro amigo Kastel)... bien, lo que sea: muy linda lectura.
Transcribo a continuación "La parábola de los talentos", sobre la cual hemos hablado, debido a que si una cosa sobresalía en Jane Eyre, era su buen uso de sus talentos. La parábola dice:

Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Parabola de los talentosA uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos.
Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos.
De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos.
Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.
Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: “Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos.”
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: “Señor, me entregaste dos talentos; he aquí he ganado otros dos talentos.”
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: “Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.
Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.”
Su señor respondió y le dijo: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí?
Por lo tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, habría recibido lo que es mío con los intereses.
Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos.
Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera.” Allí habrá llanto y crujir de dientes.

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Gracias!

Ah! no se olviden de alimentar los pescaditos al final del blog... :)