apetito que creyó inagotable. Temiendo que la descubrieran y celoso hasta de sus
propios ojos, no quiso exponerla a la luz natural y sólo dejó entrar un rayo tenue a
través de la claraboya de ventilación. En la oscuridad retozaron en el mayor desorden
de los sentidos, con la piel ardiente y el corazón convertido en un cangrejo
hambriento. Allí los olores y sabores adquirían una cualidad extrema. Al tocarse en las
tinieblas lograban penetrar en la esencia del otro y sumergirse en las intenciones más
secretas. En ese lugar sus voces resonaban con un eco repetido, las paredes les
devolvían ampliados los murmullos y los besos. El sótano se convirtió en un frasco
sellado donde se revolcaron como gemelos traviesos navegando en aguas amnióticas,
dos criaturas turgentes y aturdidas. Por un tiempo se extraviaron en una intimidad
absoluta que confundieron con el amor.
Cuando Hortensia se dormía, su amante salía a buscar algo de comer y antes de que
ella despertara regresaba con renovados bríos a abrazarla de nuevo. Así debieron
amarse hasta morir derrotados por el deseo, debieron devorarse el uno al otro o arder
como una antorcha doble;..."
Esto es un fragmento del cuento "Si me tocaras el corazón", correspondiente al libro "Cuentos de Eva Luna" de Isabel Allende, el cual comentaremos el próximo 09/01/13, a las 19:10 hs en en Cafetería CACHI BOLA, esquina calle de la Cruz con la plaza de Jacinto Benavente. Metro y RENFE: "Sol", Madrid, España.